Influencias
A lo largo de su carrera, Britney Spears ha sido comparada, frecuentemente, con las cantantes Madonna y Janet Jackson. Ello, en términos de voz, coreografía y presencia escénica, y dado a que la propia Britney Spears les ha citado como «influencias», debido a que desde que era pequeña que le gustaba apreciarlas. Pese a ello, desde un comienzo la cantante consideró que también tuvo su propia identidad.59Aunque Britney Spears también ha catalogado al cantante Michael Jackson como una «fuente de inspiración» para sí, los críticos han sido categóricos y han señalado que «el Jackson que persigue Britney no es Michael, sino Janet». Respecto a Madonna, en el libroMadonnastyle, de Carol Clerk, se cita una declaración de Britney Spears: «He sido una gran fan de Madonna desde que era una niña. Realmente me gustaría ser una leyenda como ella. Sus coreografías, definitivamente, dieron la oportunidad a las niñas para atreverse a hacer lo suyo».60
Varios críticos han argumentado que Britney Spears no debe ser encasillada en la misma categoría de talento de Madonna o Janet Jackson. Ello, dado a que al examinar su nivel de habilidad, se cuestiona lo que tiene en común con dichas cantantes.61 Al respecto, periodistas como Erika Montalvo y Jackie Sheppard, del periódico Rocky Mountain Collegian, han señalado que algunos pueden argumentar que más que una buena cantante, Britney Spears es un «ícono cultural importante». Paralelamente, Joan Anderman, de Boston Globe, sostiene que «trece cambios de ropa en 90 minutos no la bendicen con la inteligencia o el barómetro cultural de Madonna»; y que «en el proceso de creación de un ejército de cortes R&B, sus productores no la harán acreedora ni del sentido del humor, ni de la sonrrisa sincera de Janet Jackson». En suma, sostiene que pese a que las influencias de Britney Spears no son grandes cantantes, son cantantes de verdad; no así ella, quien suena de manera robótica y casi inhumana en sus canciones, dado a lo precesada que es su voz.62
De manera particular, en las reseñas de su tercer álbum de estudio, Britney, reporteros como Ed Bumgardner señalaron que la cantante tomó señales de Madonna y Janet Jackson para iniciar su definitiva transición de cantante de pop adolescente a símbolo sexual.63Paralelamente, editores como Shane Harrison señalaron que desde el lanzamiento de dicho álbum se sentía que Britney Spears había tomado tanto la habilidad de Janet Jackson para incorporar cuestiones personales y sociales en su trabajo, como la capacidad de Madonna para redefinir, de manera constante, los límites de un material socialmente aceptable en la industria musical.